En ciertos momentos de la vida societaria, las empresas pueden verse en situaciones de necesidad de liquidez o falta de recursos suficientes, cuando esto ocurre una actuación a tiempo y contar con el asesoramiento jurídico adecuado, puede salvar la empresa. Nuestro equipo de abogados y economistas intervienen en la resolución de situaciones de crisis empresarial y conflictos pre y concursales.

Nuestra trayectoria como Administradores concursales nos ha permitido llevar a cabo con éxito numerosas reestructuraciones de empresas que venían atravesando dificultades económicas, consiguiendo relanzar los proyectos empresariales con éxito. Todo nuestro conocimiento en materia concursal se nutre con la dilatada experiencia que tienen nuestros profesionales en materia Laboral, lo que nos ha llevado a analizar todo tipo de situaciones que puedan surgir en las empresas, y tener que preparar o coordinar planes de viabilidad que justifiquen medidas de extinción de contratos de trabajo mediante despidos colectivos e individuales.

Conforme a la reciente regulación concursal, se considerarán planes de reestructuración “los que tengan por objeto la modificación de la composición, de las condiciones o de la estructura del activo y del pasivo del deudor, o de sus fondos propios, incluidas las transmisiones de activos, unidades productivas o de la totalidad de la empresa en funcionamiento, así como cualquier cambio operativo necesario, o una combinación de estos elementos”.

Conforme a lo expuesto, disponemos de una alta especialización el la elaboración de los Planes de Restructuración, configurado como un instrumento preconcursal dirigido a evitar la insolvencia, o a superarla, posibilitando una actuación en un estadio de dificultades previo al de los vigentes instrumentos preconcursales, sin el estigma asociado al concurso.

Dada nuestra dilatada experiencia en situaciones de insolvencia, una especialidad de nuestro departamento concursal, es la homologación del los planes de restructuración que prevea la venta de partes o incluso de la totalidad de la empresa, lo que se denomina “planes liquidativos”, que pueden resultar una opción atractiva, en particular, para las pequeñas y medianas empresas.